El Xeneize vivió otra dura derrota contra un clásico y quedó afuera de otro campeonato en este semestre, perdiendo por 1-0 contra Independiente. El gol lo convirtió Álvaro Angulo y el Rojo enfrentará a Huracán en busca de la final.

La historia se repitió y los fantasmas de Cruzeiro y Alianza Lima aparecieron en la Bombonera. El Xeneize salió en el primer tiempo con actitud pero sin un juego claro, dependiendo del empuje de su gente. Rápidamente tuvo la primera oportunidad con un remate desde adentro del área de Merentiel que fue fácil de atajar para Rey. El Rojo llegó con algunos cabezazos y la más clara fue con Matías Giménez cuando la pelota le quedó en el punto penal, mano a mano con el arquero, pero Marchesín le adivinó la intención y tapó la pelota con el cuerpo.

El equipo de Herrón consiguió lastimar al Rojo de contra y Merentiel convirtió, pero el tanto fue anulado porque Milton Giménez tardó un segundo más en hacer el pase y dejó deshabilitado a Miguel. Minutos después, Merentiel se equivocó en un mano a mano contra Rey y definió sobre el arquero cuando tenía chances de picársela.

La jugada que dejó en jaque mate al hincha llegó finalizando el primer tiempo, e hizo que los malos pensamientos de antiguas eliminaciones vuelvan a la cabeza del espectador. Tras un centro busca pie de Merentiel, Palacios se vistió de Cavani contra Alianza Lima y, a un metro del arco, hizo lo imposible. El volante sólo tenía que empujar levemente la pelota dentro del arco, pero la levantó y se fue hacia arriba y afuera del palo.

En el segundo tiempo, cuando Boca intentaba empujar el partido a la victoria, aparecieron los cambios y entraron Cavani y Herrera, dos jugadores que no estaban con ritmo para cambiar el partido. El que tendría que haber salido era Palacios, quien se cansó en el segundo tiempo de errar pases y jugar con displicencia.

A los 18 minutos del segundo tiempo llegó el único gol del encuentro. El colombiano Álvaro Angulo le ganó la pulseada por la pelota a Miguel Merentiel, superó a Ayrton Costa y, cuando Blondel cruzaba, remató con un zurdazo dejando sin chances a Marchesín.

Luego del gol, Independiente jugó su partido tocando la pelota en el área del Boca con un Lomónaco imparable que es 2 pero funciona de enganche. A los jugadores de Boca les quemaba la pelota y no pudieron patear al arco para terminar el partido con centros que iba a buscar hasta el propio Marchesín. En un tiro de esquina final, el arquero de Boca dejó el arco vacío y el hincha vivió la misma situación que en Madrid, con la diferencia que los jugadores del Rojo se pusieron a jugar a los pases y cuando remataron al arco se anuló por offside.

El hincha alentó a un equipo sin sangre, sin DT y con dirigentes que no están a la altura para tomar decisiones de acuerdo a lo que manda el escudo de Boca. El futuro del club es incierto y recién volverá a jugar en el Mundial de Clubes. Quién sabe con cuál DT.

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