Boca terminó el año a la altura de lo que fue: un horror

Boca empató 0-0 contra Independiente y no le puso ni regalar una victoria de clásico a su hinchada en la última fecha.

En los primeros minutos, Independiente encerró a Boca en su área a través de centros. Gago decidió poner un delantero más y sacar un volante, lo que resultó en un Boca que intentaba recuperar la pelota y ser agresivo en forma directa, pero la mayoría de las jugadas quedaban conducidas por Merentiel y se terminaban disolviendo.

Lo mejor del Xeneize se pudo ver en los pies de Zeballos. Una de las más claras para el equipo de Gago llegó con un pase del Chango a Saracchi y un centro a la cabeza de Milton que terminó yéndose afuera. Finalizando el primer tiempo, Milton Giménez volvió a cabecear afuera del arco con un centro, esta vez, de Advíncula.

En el segundo tiempo, Independiente tuvo la más clara del partido cuando Brey no pudo interceptar un centro y Marcos Rojo salvo en la línea el cabezazo del jugador de Independiente. Brey mostró inseguridades durante todo el partido propias de su edad. El Xeneize tuvo la victoria en una jugada en la que el Chango se va mano a mano, pero se cae y la pelota le rebota en su cuerpo y se estrella en su cuerpo.

Boca volvió a mostrar un flojo nivel en su casa y la hinchada, ya cansada de este año, despidió a los jugadores entre silbidos. Como dijo Gago en conferencia de prensa, el equipo todavía no está ni cerca a jugar como él quiere. Esto da una clara idea de que también los partícipes no llegan a las condiciones y al nivel que Gago necesita para plasmar su juego. Boca debe ir a buscar un arquero, centrales, un 5, un 8, un 10 y un delantero. En el último partido de Pol Fernández, el jugador volvió a jugar para que la gente lo silbe.

El Xeneize ahora deberán rezar de que Huracán no salga campeón para entrar al repechaje de la Libertadores. Los jugadores tendrán descanso hasta el 2 de enero y Gago deberá moverse rápido para dejar a su plantel preparado para enfrentar los partidos de repechaje en febrero.

Luego del bochornoso 2024, Boca está obligado a llegar a lo más alto en todo lo que compita en el 2025 porque se lo debe a su gente.